Entre amigos, desconocidos y cervezas se compartió el pasado miércoles 3 de julio el concepto de qué es el arte. Sumergiéndonos en el abismo de esa incertidumbre entre todos dibujamos un esbozo que con el transcurrir de la conversación se fue definiendo, tomando forma, y paradójicamente su forma era indefinida, imprecisa y permutaba a cada aportación.
Aleix Gordo, artista ilustrador, nos introdujo en el significado del arte en relación con su contexto, entendiendo que la evolución del arte es inviable sin el avance del pensamiento y que el ser humano es permeable a todo lo que acontece. Así apuntaba a hechos claves, como el cuestionamiento de la mímesis y de la belleza. Finalizando con una de las corrientes definidas dentro del arte actual como el “Artketing”*.
Ahondando en ese pragmatismo, le seguía Alberto S. Arenales, psicólogo y filósofo. Atribuyéndole la responsabilidad de la respuesta a la pregunta con la que se inicia el coloquio, a todos. “El significado de qué es el arte es un misterio y debemos ser capaces de afrontarnos a él, sin que ni Wikipedia ni las audioguias nos eximan,” apuntaba Arenales. Propone dejar que sean las cosas las que nos hablen por sí mismas, y así, desde el asombro que nos despierte, descubrir cómo éstas trascienden a la estética de si eso me gusta o no me gusta, revelando más bien el espíritu de su época.
A partir de aquí un seguido de miradas de empatía, desacuerdo, incomprensión y aprobación se fueron alternando. Recuperando el viejo hábito de reunirse en el bar para que entre disputas y acuerdos aflorara el conocimiento de lo que se sabe de algo.
Antes de iniciar la tertulia, les pregunté el tiempo estimado que podría tener, “De 20 minutos a 3 semanas o toda una vida”, me contestaba Aleix. Alberto concretó; “hasta las 21:30h, cuando el c3bar nos eche”. Y así fue. No obstante, manteniendo que el arte tiene una fuente inagotable de temas por reflexionar, estos dos tertulianos nos invitarán una vez al mes a poner nuestro granito de arena y entre todos construir ese castillo gratamente perecedero, hasta que otra corriente se lo lleve y luego, tengamos de nuevo que empezar.
Sean todos bienvenidos.